Somos una sociedad de misioneras
dedicadas a la oración y al apostolado, vivimos la vida común y profesamos los consejos evangélicos.
Vida consagrada
Vivimos los consejos evangélicos para configurarnos más profundamente con Cristo: "Para mí la vida es Cristo" (Flp 1, 21)
Vida comunitaria
Jesús rogó al Padre para que fuéramos uno, como Él y el Padre son uno. Queremos vivir unidas según esta voluntad de Jesús, fomentando entre nosotras la amistad y buscando vivir en nuestras casas en un clima de alegría, libertad y esperanza.
Vida de oración
Mediante una profunda vida de oración buscamos vivir en la continua y amorosa presencia del Padre y en tener "los mismos sentimientos que Cristo Jesús" (Flp 2, 5)
Misión
Inspiradas en la vida pública de Jesús, misionero del Padre, anunciamos su mensaje de salvación entre estudiantes, profesionales y entre los más humildes.
Unite a nuestra misión
colaborando con nuestra formación, para que estemos mejor preparadas para servir a Jesús y a la Iglesia.